Nuestro blog

La enfermedad oncológica y sus consecuencias psicológicas

Por Psicóloga Fátima Suárez

 

En general, recibir un diagnóstico de cualquier enfermedad de carácter crónico ya supone un aumento de los niveles de estrés y ansiedad, como son: la fibromialgia, esclerosis múltiple, diabetes, artrosis, artritis, lupus, parkinson, alzhéimer, enfermedad de Crohn y así infinidad de ellas.

 

Superar, aceptar y saber llevar cada una de las enfermedades crónicas que existen ya es un reto, ya que cada una de ellas tiene sus peculiaridades y sus tratamientos. Quizás podemos encontrar una diferencia en la enfermedad oncológica desde mi punto de vista. La cantidad de información que existe y se expone en los medios como las películas, series, noticias,… es altísima y normalmente esta información suele tener un tono negativo. Cuando un paciente recibe el diagnóstico, recopila toda la información que tiene almacenada en su memoria junto a sus creencias, valores, experiencias familiares, herramientas de superación,… Si lo que ha visto anteriormente es negativo, no será una gran ayuda en la fase inicial de diagnóstico y mucho menos a lo largo de los tratamientos. Por esto, una de las labores del psicólogo oncológico también es ayudar a aclarar conceptos, desmitificar la enfermedad y crear pensamientos más realistas y acordes con la situación de cada paciente.

 

Otra característica que hace a esta enfermedad aún más compleja, es que no habrá nunca dos pacientes exactamente iguales, un tumor maligno puede surgir en cualquier lugar del cuerpo y para cada uno de ellos existen sus propios tratamientos con sus propios efectos secundarios que serán totalmente diferentes de un paciente a otro. Dos señoras con un cáncer de mama derecha de tipo hormonal, jamás serán iguales en su tratamiento, dependerá del momento en el que recibieron el diagnóstico, si la cirugía será antes o después de los tratamientos, si habrá tratamiento quimioterápico o no,… Por eso me empeño tanto en decir le a mis pacientes que nunca se comparen, ya que cada uno de ellos es totalmente independiente. Es bueno compartir experiencias, escuchar consejos para síntomas parecidos, pero no compararse.

 

Todo esto, hace que la primera etapa de todas, el diagnóstico, se viva con una incertidumbre tan alta, que los niveles de estrés y ansiedad se disparan. Si no aprendemos a manejarlo a tiempo, es posible que nos acompañe a lo largo de todo el proceso y no nos interesa. La incertidumbre es el elemento clave, ya que como he dicho, al ser tan diferente la enfermedad de un paciente a otro, la persona que recibe el diagnóstico no sabe qué va a pasar a continuación. Es por esto, que además de tener a todo su equipo médico, es adecuado contar con el apoyo de un psicólogo para que le guíe y le enseñe a manejar estas emociones logrando una mejora de la calidad de vida emocional a lo largo de la enfermedad.

 

Otro punto importante es que hay pacientes que si viven toda su vida tratando a la enfermedad y ésta se convierte en una enfermedad crónica. Pero hay otros casos, que llegan a la fase libre de enfermedad, en la que entendemos que ya no quedan células malignas en el cuerpo, pero a este paciente no se le dirá que está curado, se le dirá que está en una fase libre de enfermedad, convirtiéndose entonces en una persona que estará durante unos 15 ó 20 años bajo la supervisión del servicio de oncología. Esto hace que no se sientan libres del todo y psicológicamente se viva con mucha angustia y miedo por la posibilidad de que vuelva a surgir la enfermedad.

 

Aprender a manejar emocionalmente cualquiera de las etapas por las que pasa un enfermo oncológico o sus familiares, no es fácil. Por eso, si es tu caso, si eres paciente o familiar y has llegado al punto en el que te vendría bien un apoyo externo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y te daremos una cita conmigo, Fátima Suárez Perera, estoy especializada en oncología y mutaciones genéticas y estaré encantada de atenderte, ya sea para una sesión puntual, como para todo el seguimiento de la enfermedad convirtiéndome así en una compañera de viaje con la que compartir todo el proceso.

 

Recordarte que si eres familiar, es posible que estés pasando por tu propio proceso y también es bueno acudir a un psicólogo si crees que la situación te está superando o simplemente para saber cómo manejar la situación y como puedes ayudar a tú ser querido.

 

En el viaje que te ha tocado vivir, no estás solo y saber esto, por lo menos para mí, es terapéutico.

 

 

¡Está usted usando un navegador desfasado!

Hemos detectado que está usando Internet Explorer en su ordenador para navegar en esta web. Internet Explorer es un antiguo navegador que no es compatible con nuestra página web y Microsoft aconseja dejar de usarlo ya que presenta diversas vulnerabilidades. Para el uso adecuado de esta web tiene que usar alguno de los navegadores seguros y que se siguen actualizando a día de hoy como por ejemplo: